Economía Social: rompecabezas para armar

Vol 1, No 2 (2012) Premio Nacional UCU 2011 - Economía Social

Felipe Rodolfo Arella, 2012

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Résumé :

En las últimas dos décadas comenzó a ocupar el análisis político y económico el concepto de economía social que había estado olvidado, porque en la puja entre los bloques socialista y capitalista de todos los gobiernos -principalmente los liberales-, impulsaron políticas sociales tendientes a sustraer a sus proletariados de las influencias del comunismo; mientras que los países con gobiernos comunistas -principalmente los europeos-, por concepción doctrinaria y por imagen mejoraron las condiciones de vida de sus ciudadanos. Es decir que entre los años que van de 1920 hasta 1990, en especial luego de la Segunda Guerra Mundial, la condición de los trabajadores se vio mejorada, tuvieron posibilidad para organizarse sindicalmente. Las mujeres tuvieron derechos civiles y políticos; se produjeron movimientos reivindicatorios como el feminismo y comenzaron a ocupar lugares prominentes en ámbitos del gobierno, las profesiones liberales y en la conducción de empresas. Hubo movilidad social y prácticamente pleno empleo. Se independizaron las colonias que aún tenían Francia, Gran Bretaña, Portugal, Italia, Alemania y otros países de Europa. Ello no evitó, sin embargo, que se produjeran hambrunas, persecuciones a los trabajadores, estudiantes, segregaciones y guerras civiles, principalmente en las nuevas naciones independientes.

Se hablaba del estado de bienestar, justicia social e igualdad de oportunidades, de democracia y libertad. Pero el 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín, símbolo de la separación de los dos bloques políticos, como consecuencia de la crisis económica y tecnológica que venía afectando a los países del área comunista, crisis que previera Mijaíl Gorbachov, Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la Unión de República Socialistas Soviética y presidente de esa federación.

A partir de ese acontecimiento todo comenzó a cambiar. Se habló del fin de las ideologías[1] porque, como decía Hobsbawm[2], el principal efecto de 1989 es que el capitalismo y la riqueza han dejado, por el momento, de tener miedo. Este pensamiento del historiador inglés puede encerrar la clave de la profundización de los problemas de subsistencia y equidad social que desde sus orígenes viven los hombres, principalmente la gran mayoría de desplazados.

A mediados de julio de 2011 podemos leer en los diarios que en Somalia más de 780.000 niños están al borde de la muerte por falta de comida; que el cólera está haciendo estragos en la población haitiana, calculándose en cerca de 800.000 el número de afectados; que los jóvenes franceses reclaman por el acceso al primer empleo; que los estudiantes chilenos, tanto de nivel secundario como universitario, ganan la calle para pedir por mayor presupuesto educativo, boleto estudiantil y democratización del sistema de educación superior, entre otros asuntos. También en la Argentina la protesta de los cientos de miles de desocupados se viene escuchando desde hace más de diez años exigiendo subsidios que les permita subsistir.