Las estrategias de desarrollo local como parte del comercio justo Una experiencia de comercio alternativo en el Noroeste de Argentina
Johanne WILK TATIN, agosto 2002
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En el marco de un foro electrónico sobre el comercio justo, Juan José Sánchez, uno de los dirigentes de la ONG « Bienaventurados los Pobres » (BP) presenta una experiencia significativa de comercio alternativo entre el medio rural y el medio urbano, en el Noroeste de Argentina.
En esta región, como consecuencia de la destrucción sistemática de la economía a partir de mediados de los ’70, la falta de vitalidad de la producción local en los mercados nacionales e internacionales significa un aumento de las importaciones de bienes de consumo corriente, que podrían ser producido localmente. Desde 1990 se elabora una estrategia apoyada por BP para revitalizar la producción local disminuida y evitar la importación de productos de consumo (que es una de las causas de la pobreza rural). En este sentido, la estrategia se basa en un modelo endógeno de desarrollo (que se opone al modelo exógeno basado en los principios del crecimiento cuantitativo, en la ayuda externa y la teoría de los efectos positivos de los polos productivos). Se centra en la preocupación por la equidad, el respeto de los derechos humanos fundamentales, la promoción de los recursos propios y un verdadero desarrollo sustentable de la economía local. Eso implica dar un nuevo impulso a los mercados locales articulandolo con las capacidades de grupos urbanos.
Pero esto no fue sencillo y hubo que recorrer un importante camino de búsqueda hasta llegar a impulsar (como horizonte) circuitos de comercialización alternativos:
1 ) promover la « re campesinización »,
2 ) entender mejor los mecanismos que articulan los productores a los consumidores locales,
3 ) potenciar la base productiva local para fortalecer las capacidades autónomas de subsistencia, 4 ) promover la redistribución de la producción local a través de ferias francas locales e intercambios multi recíprocos con moneda social (trueque)
5 ) moneda social respaldada por fondos rotativos administrados por los mismos productores
6 ) que a su vez fortalecen la base productiva local completando una espiral virtuosa que rompe el círculo de la pobreza (cuestionando al mismo tiempo las estructuras que la generan).
BP apoyó entre 1990 y 1998 un sistema de comercialización alternativa entre 34 grupos de las Provincias de Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja (26 grupos rurales y 8 urbanos).
Una solidaridad reciproca nació espontáneamente entre estos grupos gracias al intercambio de regalos: de Fiambalá regalaban uvas, pasas y artesanías en greda y madera, los de Belén compartían tejidos, nueces, papas y especies, Ambato y Santa Rosa: maíz y zapallo, Santiago del Estero: artesanías en palma y talabartería, quesos, cabritos y forestería. Los grupos intercambiaban también cartas en las cuales cada uno compartía su vida.
Advirtiendo el potencial de estas relaciones, desde BP se decidió apoyarlo, entonces se organizó un sistema de trueque, a partir de los « Encuentros de Economía Alternativa y Solidaria ». Desde ese momento se generó un sistema de apoyo gerencial y logístico de la ONG para el transporte de mercancías.
El paso, en una etapa posterior, del trueque a la compra-venta con moneda formal permitió alcanzar el mercado urbano y aumentar significativamente el volumen y el valor de los intercambios. Pero esto ocasionó inconvenientes significativos: la « moneda formal » es una « mercancía escasa » (y muy escasa en la Argentina de los ’90). Esto ocasionó una crisis de liquidez del sistema manifestada en cadenas de endeudamientos entre los grupos. Para solucionar este problema se consiguió un Fondo Rotativo que financiaba los intercambios y permitía el cobro al contado de los productores. Esto buscaba, además, solucionar otro problema: el sistema que había nacido espontáneamente, creció gracias al « subsidio » de la ONG que sostenía la gestión y el flete de los intercambios, el Fondo Rotativo nació administrado por los mismos beneficiarios y asumió la gestión de todo el sistema. Los costos del flete fueron insostenibles, por las grandes distancias que hay que recorrer. Finalmente, a partir de 1999, con la preocupación de descentralizar y para asegurar un « sistema apropiado de autosuficiencia local », se generaron cinco sistemas autónomos locales a los que la ONG les brinda asistencia técnica y capacitación, pero ésta no es ni la que le resuelve los problemas a la gente ni la que le provee los recursos fundamentales para la resolución. En cada una de las zonas se busca la articulación sinérgica de los factores económicos con los extra económicos (o socio-culturales) de tal manera de acrecentar la confianza a nivel local y desplegar las múltiples externalidades positivas de las relaciones de cooperación, aumentando el Capital Social Comunitario.
Commentarios
Esta experiencia que procura desarrollar el mercado local se desarrolló en tres fases (regalos, trueques, intercambios de compra venta) y de manera progresiva, lo que ha permitido integrar relaciones de ayuda mutua y de escucha del otro antes de la implementación de relaciones comerciales. Es realmente el aspecto relacional (relación directa entre los actores) y la autonomización (sin intermediarios comerciales creando dependencias, autogestión financiera …) de este tipo de experiencia que le da un interés a la luz de las apuestas actuales del desarrollo Sur/Sur.
Notes
Contact : Bienaventurados de los Pobres, Av. Güemes 1121, K4700CLL Catamarca, Argentina central@bepe.org.ar www.bepe.org.ar
Fonti :
D-P-H (Dialogues, Propositions, histoires pour une citoyenneté mondiale) www.d-p-h.info/index_fr.html