De la protesta a la propuesta y de la propuesta al proyecto Villa Esfuerzo, Santo Domingo, República Dominicana

Steffen Lajoie, 2010

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Introducción

Las causas de la pobreza no se pueden reducir solamente a una billetera vacía, un mal trabajo, una salud delicada y un vecindario peligroso. En la actualidad, las definiciones tienden a moverse dentro de una variedad de temas que comprenden aspectos sociales, económicos, físicos y humanos, y que incluyen factores tales como la exclusión, el desempoderamiento y la falta de derecho a voz. Las estrategias eficaces de reducción, mitigación y erradicación de la pobreza, tienen que considerar estos puntos. Un acercamiento correcto para abordar temas de vivienda y hábitat, con el objetivo de erradicación de la pobreza, puede tener un efecto favorable en áreas tales como la disminución de los costos de salud; el aumento de la base de activos; la creación de estabilidad y seguridad; la identificación de las dificultades en la “creación de empleos”; y el incremento de las posibilidades para mejorar los servicios básicos así como los servicios de vivienda (Anzorena et al: 1998).

El derecho a la ciudad tiene cinco principios fundamentales: la libertad y el beneficio de la ciudad para todos; la transparencia, la equidad y la eficiencia en la administración de la ciudad; la participación y el respeto en la toma de decisiones democrática de cada zona; el reconocimiento de la diversidad cultural, social y económica; y la reducción de la pobreza, la exclusión social y la violencia urbana (Brown y Kristansen: 2009).

El llamado por el derecho a la ciudad se centra en cambiar las políticas, estructuras y prácticas que no permiten que las personas más pobres de la ciudad tengan acceso a aquello que sus vecinos más ricos dan por sentado: voz y voto en la planificación, la construcción, la mantención, el suministro de servicios y la creación de sus ciudades.

Para profundizar el estudio, se examinará cómo los movimientos sociales pueden actuar con el fin de establecer las asociaciones y el poder necesarios para eliminar todos los obstáculos que entorpecen sus estrategias de subsistencia. La comunidad Villa Esfuerzo fue desalojada a la fuerza en dos ocasiones durante los últimos dos años, por compañías privadas. En julio de 2009, la Alianza Internacional de los Habitantes AIH presentó unos fondos multilaterales para reconstruir la comunidad, en conjunto con el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), propietarios privados, grupos comunitarios locales y organizaciones de la sociedad civil, y los propios residentes de Villa Esfuerzo (IAI: 2009). En este trabajo se analiza cómo el movimiento social fue capaz de crear la energía necesaria para eliminar los obstáculos en la reducción de la pobreza y de la exclusión social y física, el incremento de la participación así como para ganar el derecho a la ciudad.

El contexto de pobreza de Villa Esfuerzo

República Dominicana comprende dos tercios de la isla de Santo Domingo y comparte 388 kilómetros de frontera con Haití. Tiene una población de más de 8,5 millones de habitantes, de los cuales un 60% reside en las ciudades y el resto se ubica en el Distrito Nacional y en la Provincia de Santo Domingo; 32% vive bajo la línea de la pobreza; 35% no tiene un acceso adecuado a agua potable; 22% no tiene acceso a servicios básicos; y la tasa de mortalidad infantil supera el promedio de la región (AGFE: 2005).

El 75% de las viviendas fueron autoconstruidas y un 50% de los dominicanos no poseen títulos de propiedad de los terrenos que ocupan. Este hecho, sumado a la inseguridad de la tenencia y de la tierra, ha dado lugar a un alto número de desalojos forzosos no sólo en la capital, sino que a lo largo del país. Villa Esfuerzo se ubica en la Municipalidad del Este de Santo Domingo y ocupa tierras pertenecientes a la familia Porcella, que fueron arrendadas por el Consejo Estatal del Azúcar en 1958. Dado que las compañías públicas fueron privatizadas, la tierra fue devuelta a sus propietarios, sin ninguna seguridad de tenencia para sus residentes, a pesar de las escrituras emitidas por el estado (AGFE 2005; IAI: 2009).

Mi primera visita a Villa Esfuerzo fue en enero de 2007. En esa instancia, la comunidad había sido desalojada de manera forzosa y violenta en dos ocasiones. El 9 de marzo del 2005 se llevó a cabo un segundo desalojo, en momentos en que se encontraba en el país el Grupo Asesor de Naciones Unidas contra los Desalojos Forzosos (UN-AGFE por su sigla en inglés) realizando una misión especial. De hecho, el desalojo ocurrió al poco tiempo después de la reunión del AGFE con el procurador del estado. (AGFE: 2005). De las 600 familias desalojadas en un principio, 60 permanecieron en el sitio. Estas familias vivían en asentamientos precarios autoconstruidos. El agua era suministrada por tuberías que provenían de la ciudad y la electricidad por torres cercanas al lugar. Luego del segundo desalojo, la misión de UN-AGFE en colaboración con People’s Network, recibieron una promesa por parte del gobernador de la Provincia de Santo Domingo de reparar los daños producidos a las casas de aquellas personas que tuvieran en su poder las escrituras de sus propiedades. Esto dio inicio a la campaña de Reconstrucción de Villa Esfuerzo, logrando a su vez en 2007 un compromiso para la recolección de fondos destinados a la reconstrucción, que se realizaría en 2009 (IAI: 2009).

La construcción de asociación y poder para obtener el derecho a la ciudad

Durante las noches en que se realizaron los desalojos la compañía privada llegaba con palos y gasolina, incendiando las casas a fin de ahuyentar a los residentes para luego destruir el vecindario. Villa Esfuerzo se sintió imponente y desprovista de todo derecho. No obstante, la comunidad no carecía de recursos políticos y sociales. Muchos de los barrios en República Dominicana elegirán una Junta de Vecinos que tendrá diferentes instancias de comunicación con el gobierno local (informante clave).

La Junta de Vecinos ya estaba afiliada con la Red Popular por la Coordinación y Defensa de la Tierra Urbana, una asociación que abarca a más de sesenta organizaciones comunitarias y de la sociedad civil, que trabajan en conjunto para desarrollar una voz más potente en relación a temas tales como defensa de las tierras, vivienda y seguridad del hábitat. En 2005, la red ya había establecido contacto con UN-AGFE, y la municipalidad de Boca Chica le había enviado una invitación para ayudar a frenar la amenaza de los desalojos forzosos (AGFE: 2005).

En 2007, Villa Esfuerzo había escuchado suficientes promesas, e inclusive había visto una maqueta arquitectónica de su comunidad reconstruida. Sin embargo, nada se había materializado. Para presionar a las entidades estatales, Villa Esfuerzo se unió al People’s Network por medio de su afiliación a la Campaña de Cero Desalojos de la Alianza Internacional de Habitantes iniciada en 2007 con una marcha hacia el Palacio Nacional (IAI: 2009).

En marzo de 2007, los pobladores de Villa Esfuerzo se reunieron en las afueras de las oficinas del INVI para protestar. Con el apoyo del ex gobernador de Santo Domingo, lograron conseguir una reunión con el director del INVI para reanudar las negociaciones de reconstrucción. Dada la creciente presión por parte de la comunidad, la coalición de la UN-AGFE, People’s Network, Coop Hábitat y la AIH fueron capaces de negociar un acuerdo tentativo entre el propietario de la tierra, el INVI, la Coop Hábitat y Villa Esfuerzo.

La familia Porcella donaría el terreno a Coop Hábitat, siempre y cuando el INVI accediera a construir algo “agradable” desde el punto de vista estético. El INVI se comprometió a construir viviendas para 77 familias con la condición de que fuera bajo un régimen de arriendo con promesa de compra, el cual sería organizado por medio de Coop Habitat. Todo lo que se necesitaba era dinero. Luego de mucho lobbying y trabajo en redes, los aliados de Villa Esfuerzo fueron capaces de reunir fondos multilaterales no solamente para ellos, sino que para dos comunidades más en agosto del 2009 (IAI: 2009).

Triunfos

Los residentes de Villa Esfuerzo todavía están a la espera de que comience la reconstrucción. Pero lo que ha ocurrido en este caso tiene un significado mucho más importante. Un pequeño vecindario de familias de bajos ingresos fue capaz de movilizar autoridades y organizaciones locales, nacionales e internacionales, con el fin de pelear por sus derechos.

Villa Esfuerzo también sirvió como proyecto piloto que sienta un precedente para la formación de nuevas asociaciones donde nunca había existido diálogo alguno. Gracias a la oportuna ayuda internacional, la comunidad fue capaz de presionar a las autoridades y de encontrar una solución novedosa a sus problemas de vivienda.

Como resultado de la campaña de reconstrucción, Villa Esfuerzo ganó una voz con alcances internacionales por medio de la campaña de Cero Desalojos, consiguiendo reuniones y negociaciones con el INVI y el gobernador. Posteriormente, el programa fue promovido a nivel Presidencial por miembros de diferentes partidos. Por medio del establecimiento de asociaciones, la comunidad obtuvo una mejor seguridad de tenencia de la tierra y el derechos a la vivienda; estableció comunicaciones con el gobierno y con instituciones internacionales; desarrolló una voz potente; creó una red social a través de aliados y de redes que los puso en contacto con organizaciones similares; y consiguió acceso en la toma de decisiones dentro del proceso de planificación de su vecindario y del futuro de sus familias.

Conclusión

La protesta en contra del trato que recibían significó para Villa Esfuerzo importantes logros en materia de derechos. Fueron capaces de luchar y conseguir el acceso a las instituciones de gobierno que tenían el poder de decidir su futuro.

Al mismo tiempo, crearon un precedente para posteriores proyectos en situaciones similares, pues corrigieron estructuras y procesos institucionales que obstaculizaban las estrategias de subsistencia y de un hábitat con viviendas adecuadas y seguras.

Sin la organización a nivel comunitario y luego, por medio de People’s Network, a nivel regional e internacional, la comunidad internacional tal vez nunca se hubiese enterado de la situación. Es más, por medio de las protestas, las propuestas, el trabajo en redes, las reuniones y las negociaciones, estos actores fueron capaces de sentarse a la mesa con políticos, el Ministerio de Vivienda y entes federales. De esta manera lograron reducir la pobreza y la exclusión social, y aumentaron la participación y el respeto en la toma de decisiones democrática a nivel local. Lo que se logró fue importante y requirió de mucho esfuerzo. Pero es así como los movimientos sociales pueden obtener el derecho a la ciudad.

Fonti :

D-P-H (Dialogues, Propositions, histoires pour une citoyenneté mondiale) www.d-p-h.info/index_fr.html